Gimnasia artística
Deportista | Costa Rica
¿Fue sencillo comenzar gimnasia en tu país? Pues en el momento en que empecé realmente no era muy fácil porque sólo había si acaso tres gimnasios en todo el país. En mi caso pues en el kinder en el que estaba nos llevaban a clases y el entrenador sugirió a mis papás que me metieran en clases formales. Cuando me metieron en clases formales, el entrenador (Carlos Carbonell) le dijo a mi papá que quería entrenarme y así empecé. Además de tus condiciones físicas y técnicas, ¿qué crees que colaboró para que alcanzaras a representar en tu país en competencias internacionales y ser campeón centroamericano? Aunque ya ahora más adulto no lo considero algo del todo positivo, siempre puse el deporte como el centro de mi vida y fue lo que me permitió estar enfocado 100% en mi rendimiento y los resultados que quería conseguir. ¿Qué hizo que no lo consideraras positivo? Me abandoné como persona. Mi identidad se apegó completamente en la gimnasia lo cual hizo que tomara decisiones con base en mi rendimiento antes que mis necesidades físicas/emocionales como persona. No me arrepiento de dejar de lado cosas como el estudio, vida social, pero sí de no ponerme a mí como persona antes que como gimnasta. Igual creo que es también producto de haber empezado a hacer gimnasia a los 5 años. Es lo que conocí toda mi vida, se convirtió para mí en un lugar seguro. ¿En qué estaba tu mente antes y al momento de competir? Por lo general mantenía mi mente ocupada en otras cosas antes de la competencia para evitar llegar muy cansado mentalmente a la misma y hacía ejercicios de conectar con mis sentidos para mantenerme presente. Durante la competencia era básicamente comunicación asertiva conmigo mismo, mucho positivismo y repaso de correcciones importantes. Mi parte favorita era poder dar mi mejor versión posible.