Gimnasia artística
Entrenador | Honduras
¿Cómo está hoy la gimnasia en Honduras? La federación aquí se está preocupando por hacerla crecer, nunca dejó de existir, sin embargo muchas personas de los países aledaños no sabían que tenemos federación Hondureña, se han ido dando cuenta de eso. Ahora el deporte está creciendo más acá, la federación está en Tegucigalpa a unas 3 o 4 horas de donde vivo yo. Allá está la capital del país pero nosotros somos la capital industrial, aquí está creciendo bastante. Allá hay entre 300 y 400 alumnos en la federación, hay 5 clubes dentro del polideportivo que ellos tienen. Aquí en San Pedro nosotros tenemos 300 alumnos en el gimnasio, ha crecido y tiene bastante aceptación. Acá es un deporte que destaca por la rama femenina, lo artístico de lo que las niñas hacen atrae a las madres de familia. Les ha gustado esta cultura de la gimnasia además de lo que han conocido en otros países, ven a lo que se puede llegar. Unos años atrás estaba no tan crecido, ahora tiene mucha más aceptación porque la gente entiende el deporte, antes no lo entendían. ¿A quienes toman como referente tus alumnas? A la más famosa del momento, Simone Biles. Creo que tal vez será por la falta de publicidad que las gimnastas casi no admiran a las de centro-américa o sud-américa. El mercadeo va siempre a dar a EEUU, entonces te venden a Simone, a McKayla Marroney, a Keila Roth, todas ellas son las que si vos buscas rapidito salen. Pero si empezás a buscar gimnastas de Guatemala, México, Argentina, tenés que rebuscar bien para encontrar eso. O sea que el mercadeo de esos países para sus gimnastas no está muy alto. Si queremos que nuestras alumnas admiren a gimnastas latinoamericanas, hay que hacer crecer ese mercadeo hacia ellas. EEUU, Rusia, es cierto que son potencias, pero también el apoyo de su país es altísimo. Las marcas buscan representar ese deporte, mientras que a veces acá en Honduras y también imagino en otros países, cuando buscas apoyo en marcas grandes no te apoyan, te dicen: “aquí no está muy adelantado” ¿cómo va a estar adelantado si no tenemos apoyo de parte de ustedes? EEUU conecta rápidamente con grandes marcas deportivas que sacan Leotardos…. Acá no hay ni tienda oficial que venda elementos de gimnasia, es entendible que no haya crecido pero ¿cómo va a crecer si no lo apoyas? ¿Qué obstáculos puede encontrarse una gimnasta de Honduras en su crecimiento deportivo? Te diré que en cuanto a instalaciones ahora nosotros somos lo “top” de acá. Tenemos todo lo que se ocupa y eso ya no sería como un “stop”, sé que la federación de Tegucigalpa también está haciendo sus movimientos para seguir actualizando su material, que ese es uno de los principales factores, porque sea como sea los entrenadores, que yo los conozco, tienen bastante experiencia. Ellos tendrán entre 50 y 60 años, yo soy el entrenador más joven con 28 años, creo que la experiencia no es obstáculo. Quien fue mi entrenador, (Martín Mendoza) es para mí la eminencia en esa parte, por cariño, y por lo que veo que él ha hecho. El mayor “stop” han sido las instalaciones y la falta de apoyo para salir a competir. Hay atletas que no tienen los recursos para un gimnasio privado. La gimnasia es cara, pero vale la pena con las instalaciones y con el servicio tal y como tiene que ser. Aquellas que no tienen la capacidad económica para salir del país, no encuentran el apoyo y tienen que hacer mucha actividad para salir. Eso no ha sido fácil. ¿Cómo se toman las familias el tener tanto tiempo a sus niñas dedicadas a entrenar? Ahora tengo un grupo que son nivel 5 que entrenan dos o tres horas por día, cuatro veces a la semana. Después de nivel seis para adelante necesitarán 3 o 4 horas al día. Las mamás han aceptado manejar sus horarios para que las niñas hagan sus tareas antes o después. Se busca que el entrenamiento sea desde las 15 hasta las 18 o hasta las 19 para que la niña pueda hacer sus deberes. Han tenido que culturizar a las niñas de otra forma. Si quiero ser “pro” en gimnasia, eso no solo es esforzarse en el gimnasio, sino también en el ámbito académico. No tengo que dejar mis estudios atrás, para que mi mamá me siga apoyando. Su mamá no va a dejar botado el colegio si se sabe que aquí una carrera deportiva a uno no le va a dar de comer. Aquí es algo secundario, no sé en otros países porque no he preguntado. Aquí deportivamente a menos que tengas tu gimnasio, no vas a poder vivir de tu carrera. No es como en EEUU, que creo que le pagó como cien mil dólares a Simone por sus medallas de oro. Aquí no te van a dar plata, no te van a dar patrocinios, te van a dar una palmadita en la espalda, “felicidades, gracias por lo que haces por el país, te vamos a sacar una nota” y luego me olvido de vos. ¿Trabajan allá con profesionales de psicología deportiva? Un psicólogo deportivo no tengo todavía, lo voy a tener porque ya con mi socia tenemos una nutricionista deportiva que está en el gimnasio. Ahora mi segunda fase sería conseguir ya un psicólogo deportivo para que viaje con nosotros a los campeonatos, yo quiero llevar esto a un nivel profesional. Por ahora, con el corazón en la mano le hablo a las niñas antes de que entren, les doy todo mi apoyo. En ese momento regañarlas no es una opción, ya están más nerviosas que uno. Lo que hago para que vayan rompiendo la barrera del miedo, son bastantes competencias internas en el gimnasio donde invito a todos los padres. Tenemos gradas donde caben 200 personas. Cuando hay una competencia hacemos primero una pre-competencia, luego competencia, y después ya nos vamos a la competencia real para que la niña vaya perdiendo el miedo. Ahí es cuando te das cuenta si hay niñas que no pueden con el miedo, sin que nadie las viera quizás lo hacen extremadamente bien, pero cuando están sus papás y treinta o cien personas más, no pueden, se bloquean, lloran, entonces psicológicamente necesito una persona que sepa en ese momento ayudarme. Decirle a mi psicólogo deportivo que hable con ella, necesito que me la saquen de ese hoyo en el que está metida. Ahorita se está haciendo con el amor al deporte, el corazón en la mano y el cariño que desarrollas con tus atletas que ves todos los días un montón de tiempo. Son tus alumnos pero los cuidas como tus hijos, no querés que se golpeen y ellos te miran como una figura a seguir. Te escuchan, tu palabra es bien importante, por eso los papás hasta te piden que hables con ellas porque saben que a nosotros nos van a escuchar. Por esa parte yo me voy y trato de que ellas saquen lo mejor de ellas mismas. Tengo un lema en el gimnasio para mis niñas “no compitas con los demás, simplemente vence tus propios límites y conviértete en la mejor versión de ti misma”. No compitas con tu compañera, porque al final del día cuando vayan a competir, compiten como grupo también, y tú necesitas que tu compañera sea tu hombro de apoyo, que esté ahí. Creo que hasta el momento lo hemos logrado porque las niñas han formado vínculo, tengo niñas de 13 y 14 años que hasta el momento solo juntas pasan. Son muy amigas, incluyen a las demás, y creo que es una parte muy importante en la psicología de ellas. Que tengan también el apoyo de sus compañeras, que no sea una competitividad todo el tiempo. También hablo con el padre de familia. Hay muchos que se lo toman competitivo entre ellos, yo voy en contra de aquellos que hacen eso y se los digo de frente. He visto casos de padres que aumentan la carga horaria de sus niñas para que tengan más que las otras, y ese tipo de competencias no la comparto, lo trabajo. Adoro trabajar con niñas, con varones no soy mucho, pero mi gimnasio ha crecido de boca en boca. Me recomiendan como el míster que va a ayudar a tu niña y eso me hace sentir como un doctor en el deporte. Creo que las niñas te admiran, eso te mantiene. Yo tengo una hija, le pedí a dios que me diera una niña, la quiero formar, tiene dos años y medio y ya se para de manos. ¡Se sostiene y todo! El momento más lindo que me dio este deporte fue construir mi propio gimnasio con mi socia y cuando llegué a nivel 5. Nadie me ayudó aquí en San Pedro Sula, yo tengo certificación por USAG pero las certificaciones no son todo, son tu experiencia. El como vayas tú moviéndote, porque yo no tengo nadie aquí a la par que me diga “cometiste ese error”. Si tengo padres de familia que aunque yo haya cometido un error deportivo, que yo me doy cuenta, saben que me voy donde los jueces y les pregunto “¿Qué hice mal?” “¿qué puedo hacer?” porque sé que al volver a Honduras tengo libros, pero no tengo quien esté a la par mía. Tengo amigos en Puerto Rico que los llamo, les escribo… Estoy en grupos de Facebook donde les escribo a los entrenadores “¿qué puedo hacer para que saque este mortal más alto?” me explican, lo pongo en función y de repente “pum”, ya hicieron mortales, ya hicieron “molinos” en las barras. Estoy tan comprometido que te puedo enseñar este tatuaje, mis niñas generan esto (el contacto con él fue por video-llamada y me mostró un tatuaje con una figura de gimnasta en su brazo izquierdo). Yo espero que mi hija ame el deporte, porque si este negocio sigue, esto va a ser de ella. Yo le voy a enseñar el amor por el deporte y ella va a tener que dirigir con el mismo amor y dedicación que su papá le puso. Sueño que ella llegue a un buen nivel para conseguirle media beca o beca del 80% para que haga gimnasia en una universidad y venga con la experiencia que yo no tuve. En mi infancia yo no empecé, hice de mis 14 a mis 18 años pero no tuve la oportunidad de hacerlo desde pequeño y ella sí. Ella va a tener la dirección de su papá y tal vez cuando vaya a la universidad, si se me da, aprenda en esos 4 o 5 años lo que su papá no le pudo enseñar acá. Y que cuando venga sepan que la hija de míster Jeffrey es la que dirige ahora, pero tiene más experiencia que él y ahí yo me pueda ir a descansar y retirarme en paz, sabiendo que el negocio que costó tanto levantar quede en manos de mi hija y confiar en lo que ella haga.