Gimnasia artística
Deportista | Costa Rica
Mi padre era entrenador de gimnasia y mis padres eran los dueños del gimnasio, por lo que iniciar en la gimnasia se dio muy natural desde los 4 años, aunque antes ya daba vueltas y corría por el gimnasio. ¿Cómo fue tu camino hacia el seleccionado nacional? No lo recuerdo muy bien, he sido parte de la selección nacional desde la selección infantil por lo que no tengo muchos recuerdos del inicio. Sin embargo, mantenerme dentro de la selección durante todos estos años ha sido un trabajo de mucha constancia y disciplina. ¿Cuáles fueron tus mejores momentos y cuáles los más difíciles? De los mejores momentos fue la primera vez que Costa Rica gano oro por equipo en los Juegos Centroamericanos en San José 2013 en el cual yo pertenecía al equipo. Como era un logro histórico para Costa Rica me hizo muy feliz ser parte de ello. Y de los momentos más difíciles fue perder a mi entrenador que quedo privado de libertad en el 2017, lo cual me afecto mucho emocionalmente ya que también es mi padre. ¿Recibiste ayuda para afrontar esa situación tan difícil? ¿Cómo pudiste sobreponerte? Recibí mucho apoyo por parte de mi madre. Y al día siguiente que quedó privado de libertad empecé a trabajar como entrenador de gimnasia, lo cual me ayudo a tener mi mente en otra cosa y “amortiguó” por así decirlo todo lo que pasó. Un entrenador amigo de mi padre fue quien me representaba en las competencias, pero seguí entrenando con el programa de mi padre hasta el final del año pasado. Desde ahí tuve un entrenador en el cual mi padre y yo confiamos. Creo que lo que realmente me ayudo a superar o a que no me afectara tanto fue mi amor por la gimnasia. Ha sido muy difícil ser atleta y entrenador al mismo tiempo, sobre todo porque el año pasado me contrataron en otro gimnasio donde ahora soy el director técnico. Ya que estás de ambos lados: ¿cómo crees que tiene que ser la relación entre el entrenador y sus gimnastas? En mi opinión debe ser una relación de mucha confianza y respeto donde él o la atleta pueda expresarle al entrenador lo que siente. Por ejemplo: si tiene miedo, o cuando no se siente bien para recibir una carga de entrenamiento pesada, etc. A su vez, es necesario que el entrenador pueda confiar en lo que su atleta le expresa. Sin embargo, debe estar muy bien definido el rol de entrenador y del atleta para que no haya una transferencia donde cambien el rol y la relación se pueda convertir en una paterna/materna, familiar, amorosa o algo por el estilo donde la objetividad se pueda perder interfiriendo con una formación saludable. ¿Cómo se trabaja cuando los niños o niñas manifiestan miedo a un ejercicio? En lo personal no tengo una forma definida ya que todos los atletas son diferentes o están con diferentes objetivos, así que el abordaje lo hago diferente cuando hay miedo. Por lo general intento utilizar progresiones lo más similares al ejercicio y asistir al deportista las veces que sean necesarias hasta que este tenga confianza de hacerlo solo. En el caso de atletas con objetivos de alto rendimiento soy más exigente, pero siempre hay algo en que mantengo una posición similar: en cualquier caso, intento mantener todo por voluntad de la persona y no por obligación. ¿Has trabajado alguna vez con psicólogos deportivos? Si, como atleta he trabajado con Laura Moreira León que fue la psicóloga deportiva del Comité Olímpico Nacional durante 15 años y también fue mi profesora en un técnico en entrenamiento deportivo.